SAN FRANCISCO -- Con lágrimas en los ojos, una ex ayudante de Barry Bonds se convirtió el jueves en la primera y única de los 23 testigos del gobierno en el juicio al rey de los jonrones que ha dicho que lo vio ser inyectado por su entrenador.
Kathy Hoskins declaró el jueves que el entrenador personal de Bonds --Greg Anderson, que posteriormente fue declarado culpable de traficar con esteroides-- inyectó al ex toletero de los Gigantes de San Francisco. Dijo que ello ocurrió en la elegante casa de Bonds en los alrededores de la bahía de esa ciudad en el 2002.
Como parte de su trabajo, ella le hacía las maletas al astro del béisbol para sus partidos en otras ciudades.
Anderson entró a la recámara en momentos en que Hoskins estaba llenando una petaca.
"Barry era del estilo, 'Hagámoslo aquí mismo'", testificó al tiempo que se limpiaba repetidas veces los ojos y la frente con un pañuelo de papel.
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