Ronaldinho y Hernán Crespo podrían venir a las Américas y dejar las "grandes ligas" BRISTOL -- Ronaldinho estaba aterrizando este miércoles en Miami y su hermano Roberto de Assis tendría una cita importante mañana en Houston।
¿Dará la MLS el golpe mediático más trascendente de su historia contratando al afamado jugador brasileño que parece ser rechazado por los principales equipos europeos?
La situación no parece demasiado sencilla y no sólo por una cuestión de orden económico que hasta cierto punto podría salvar el poderoso mercado norteamericano. El principal obstáculo se refiere a que el jugador sabe que la "puerta" de la MLS no tiene retorno y que una decisión de esa magnitud significaría renunciar a las "grandes ligas" del fútbol internacional.
Tras el arribo de David Beckham al Galaxy de Los Ángeles, los ojos de muchas jugadores que actúan en los mejores clubes europeos se han dirigido hacia la Liga norteamericana, pero habrá que ser claros que muchos de ellos lo siguen considerando un paraíso terrenal para ganar dinero y para pasar con comodidad los últimos años de su carrera.
El caso de Beckham, hay que apuntarlo, es diferente en todos lo sentidos porque el ex jugador del Real Madrid y del Manchester United tiene sólo 31 años de edad y sigue siendo llamado con regularidad a la selección inglesa.
"Es maravilloso. Me sentí muy bien aquí y estoy seguro de que me gustaría jugar en este país", dijo el francés Thierry Henry, la semana pasada, durante una visita a Manhattan.
Se asegura que Henry está en los planes futuros de la MLS, pero no ahora, porque todavía parece tener fútbol para rendir en el máximo nivel europeo.
El gran peligro que rodea a la MLS es el mismo por el que atravesó el fútbol estadounidense hace cuatro décadas, cuando figuras como Pelé y Beckenbauer llegaron aquí a una edad avanzada para convertir a la Liga en un "cementerio de elefantes".
Está claro que la MLS tiene, además de dinero, algo más que ofrecerle a esas grandes figuras del fútbol europeo: la poca presión que hay en la cancha y en la tribuna y la tranquilidad de caminar por las calles sin que nadie afecte su derecho de privacidad.
Otro ejemplo interesante en este sentido es el del mexicano Cuauhtémoc Blanco, cuya vida y relaciones "pareció" estabilizarse en suelo norteamericano, permitiéndole rendir a gran nivel con el Chicago Fire cuando muchos suponían que sus mejores días tras un balón habían pasado.
Ronaldinho cumplió apenas 28 años en marzo pasado y la mayor parte de los críticos cree que puede recuperar su nivel y hasta su "magia" en un clima apropiado. No tiene más lugar en el Barcelona, mientras otros equipos como el Milan, el Chelsea y el Manchester City han coqueteado con la posibilidad de ficharlo.
¿Dará la MLS el golpe mediático más trascendente de su historia contratando al afamado jugador brasileño que parece ser rechazado por los principales equipos europeos?
La situación no parece demasiado sencilla y no sólo por una cuestión de orden económico que hasta cierto punto podría salvar el poderoso mercado norteamericano. El principal obstáculo se refiere a que el jugador sabe que la "puerta" de la MLS no tiene retorno y que una decisión de esa magnitud significaría renunciar a las "grandes ligas" del fútbol internacional.
Tras el arribo de David Beckham al Galaxy de Los Ángeles, los ojos de muchas jugadores que actúan en los mejores clubes europeos se han dirigido hacia la Liga norteamericana, pero habrá que ser claros que muchos de ellos lo siguen considerando un paraíso terrenal para ganar dinero y para pasar con comodidad los últimos años de su carrera.
El caso de Beckham, hay que apuntarlo, es diferente en todos lo sentidos porque el ex jugador del Real Madrid y del Manchester United tiene sólo 31 años de edad y sigue siendo llamado con regularidad a la selección inglesa.
"Es maravilloso. Me sentí muy bien aquí y estoy seguro de que me gustaría jugar en este país", dijo el francés Thierry Henry, la semana pasada, durante una visita a Manhattan.
Se asegura que Henry está en los planes futuros de la MLS, pero no ahora, porque todavía parece tener fútbol para rendir en el máximo nivel europeo.
El gran peligro que rodea a la MLS es el mismo por el que atravesó el fútbol estadounidense hace cuatro décadas, cuando figuras como Pelé y Beckenbauer llegaron aquí a una edad avanzada para convertir a la Liga en un "cementerio de elefantes".
Está claro que la MLS tiene, además de dinero, algo más que ofrecerle a esas grandes figuras del fútbol europeo: la poca presión que hay en la cancha y en la tribuna y la tranquilidad de caminar por las calles sin que nadie afecte su derecho de privacidad.
Otro ejemplo interesante en este sentido es el del mexicano Cuauhtémoc Blanco, cuya vida y relaciones "pareció" estabilizarse en suelo norteamericano, permitiéndole rendir a gran nivel con el Chicago Fire cuando muchos suponían que sus mejores días tras un balón habían pasado.
Ronaldinho cumplió apenas 28 años en marzo pasado y la mayor parte de los críticos cree que puede recuperar su nivel y hasta su "magia" en un clima apropiado. No tiene más lugar en el Barcelona, mientras otros equipos como el Milan, el Chelsea y el Manchester City han coqueteado con la posibilidad de ficharlo.
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