martes, 24 de junio de 2008

Creen en ellos


Los Cachorros de Chicago ahora juegan con mayor confianza y madurez
CHICAGO -- Mientras giraba por la tercera base y se dirigía hacia el plato, su jonrón diferencial descansaba en los arbustos detrás de la cerca central de Wrigley Field, Aramis Ramírez sabía la clave para lograr una celebración de victoria sin lastimarse.
Protege tu cabeza.
"Tú no quieres quitarte el casco", dijo Ramírez. "Tú sabes que todos te van a pegar duro".
Y mientras Ramírez saltó en el plato y se paró en el centro de la masa azul y blanca, sus compañeros de equipo hicieron exactamente eso, pegarle en la parte de arriba de la cabeza para celebrar su jonrón en la parte baja de la novena entrada que le dio una victoria a los Cachorros el viernes por 4-3 sobre sus rivales del sur de la ciudad, los Medias Blancas.
"Estábamos buscando alguna extensión [de sus brazos] ahí", dijo Lou Piniella del bambinazo. "Y eso fue lo que conseguimos".
Este puede que sea el mejor momento para revisar cómo van las cosas en el infierno. Puede que esté congelado. Los Cachorros siguen ganando con el mejor récord en Grandes Ligas y triunfan en los juegos que antes perdían con el corazón partido, además de haber aprendido a celebrar.
Tal vez es de esperarse cuando, a mitad del mes de junio, ya superaste el número de victorias (46) que tuviste el año pasado antes del receso del Juego de Estrellas; o cuando tienes foja de 30-8 como local, incluyendo 19 victorias en los últimos 21 partidos; o cuando, desde el 3 de junio, quedaste segundo en victorias en toda la liga.
¿Qué importa si acabas de salir de tu primera racha de tres derrotas de la temporada? ¿Qué importa si, la noche antes, tu cuerpo de relevistas intocables derrochó una ventaja de 3-1 en la derrota de 8-3 ante Tampa Bay? ¿Qué importa si uno de tus mejores bateadores,
Alfonso Soriano, está afuera con una mano rota?

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