lunes, 9 de junio de 2008

Una combinación de factores



Los Celtics hicieron varias cosas bien para vencer a los Lakers en el segundo juego
BUENOS AIRES -- Ni siquiera los siete triples y el acercamiento a la recuperación más importante de la historia de las Finales de la NBA -los Lakers perdían por 24 puntos a falta de siete minutos- pudieron torcer el rumbo.
Los Celtics volvieron a ganar y lideran la serie 2-0. Para lograrlo, ajustaron facetas de juego conocidas y explotaron ases bajo la manga.
A continuación, veamos las claves del segundo triunfo de Boston en el Banknorth Garden:
· La defensaLos Celtics dominaron a su rival con una defensa que combinó ajustes certeros contra los perimetrales y rudeza en la pintura. Si bien los árbitros fueron llamativamente severos contra los Lakers en el primer cuarto y no tanto con Boston, la realidad es que el juego duro del local sirvió para 'comerle' la cabeza a los jugadores del equipo de Phil Jackson.
El control de Ray Allen sobre Kobe Bryant fue extremadamente bueno en los primeros tres cuartos del partido, en el que limitó a la estrella a 17 puntos con 7-16 en TC, 0-2 en triples y tres asistencias. Pero Bryant siempre es Bryant: en el último periodo hizo 13 puntos con 4-7 en TC y cinco asistencias.
Lo mejor de Boston contra Kobe fueron los atrapes 2-1 impidiéndole el eje de cancha a la estrella de Los Angeles. Al no rotar rápido el balón, los Celtics siempre llegaban bien parados a los tiros lejanos de sus rivales. Fue moneda corriente ver posesiones en las que se terminaron los 24 segundos o se tomaron tiros en los últimos cinco.
Entre los internos, si bien el comienzo de Pau Gasol fue realmente bueno en los postes, Kevin Garnett y Kendrick Perkins se combinaron para defenderlo con intensidad, no tanto para que falle sus lanzamientos (hizo 8-12 en TC) sino para negarle la línea de pase cuando quería recibir.
Por último, el equipo de Rivers dejó lanzar mucho a los jugadores que no están habituados a cumplir un rol importante. Vladimir Radmanovic (5-12 en TC) y Derek Fisher (3-8) son claros ejemplos del trabajo de Boston.

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