Las ausencias de jugadores estrellas para el Clásico Mundial de Béisbol han causado valor al evento, y echan sombras sobre su futuro inmediato
MEXICO -- ¿Qué tal los batazos kilométricos del toletero Albert Pujols? Mejor espere a una serie de los Cardenales de San Luis.
El Clásico Mundial fue concebido por las Grandes Ligas como la oportunidad de ver a las máximas estrellas del béisbol en el uniforme de sus respectivos países. Una especie de mundial de fútbol, lo mejor de lo mejor compitiendo por la supremacía global.
Pero al paso que marchan los preparativos para su segunda edición, parece que los aficionados y organizadores tendrán que conformarse con las sobras.
Un día reciente, la página oficial del Clásico era la muestra perfecta del síndrome que ahoga al campeonato: siete de los nueve titulares en el portal aludían a jugadores que se ausentarán del torneo o que pensaban hacerlo.
Para muestra un botón: el jardinero derecho titular de República Dominicana será Nelson Cruz. ¿No lo conoce? No se preocupe, no es el único. El patrullero de 28 años suma apenas 176 partidos en cuatro temporadas en las mayores, en las que tiene promedio de .251 con 22 jonrones y 82 remolcadas.
No son precisamente cifras para el Salón de la Fama, a donde quizás llegue algún día el jardinero derecho dominicano Vladimir Guerrero, quien sencillamente prefirió no participar del campeonato.
Entre los que no estarán presentes destacan el venezolano Santana, para muchos el mejor pitcher de las mayores; el dominicano Pujols, jugador más valioso de la Liga Nacional, y sus compatriotas Manny Ramírez, Guerrero y Liriano; los puertorriqueños Joel Piñeiro y Jorge Posada; el panameño Mariano Rivera; y el mexicano Yovani Gallardo.
Estados Unidos no está exento del virus de las ausencias, y jugadores de la talla de Derrek Lee y Scott Kazmir ya le bajaron el pulgar a la selección de su país.
"En esta edición se han arreglado muchas cosas que no funcionaron en el anterior, pero hay demasiadas noticias negativas de peloteros que no van a jugar", comentó Roberto Mansur, directivo de la selección mexicana.
La última moda es negarle el seguro, o cobrar una suma excesiva, a cualquier pelotero que haya sido operado o que haya estado lesionado recientemente.
Esa es la situación de Santana y Pujols, ambos intervenidos quirúrgicamente durante las vacaciones.
Irónicamente, Pujols podría enfrentar a la selección dominicana en un partido de fogueo contra los Cardenales de San Luis a principios de marzo.
"Hasta ahora la excusa ha sido que el seguro le está cobrando 'x' más de lo previsto, por ejemplo en el caso de Johan Santana hablan que es más de un millón de dólares. Nos parece que ese es un récord mundial porque si hablamos de los demás jugadores, el seguro no va más allá de los 10.000 ó 12.000 dólares", expresó Edwin Zerpa, presidente de la federación venezolana de béisbol.
"Estas cosas a nosotros nos preocupan mucho", agregó.
Lo cierto es que algunos jugadores simplemente no quieren jugar porque prefieren quedarse con sus respectivos clubes en los campos de entrenamiento, especialmente aquellos que no tienen un puesto asegurado en el roster.
Un ejemplo es el catcher Ronny Paulino, que se perfilaba como titular por República Dominicana y decidió permanecer en los campos de los Filis para disputar el puesto con el panameño Carlos Ruiz.
Ahora, Dominicana posiblemente tendrá que apelar a Alberto Castillo, un veterano de 39 años que fue su receptor en el Clásico anterior y que ni siquiera jugó en las mayores la temporada pasada.
"Nosotros estamos buscando que los jugadores digan la verdad, que digan si son ellos los que no quieren participar, si es el club, si es la asociación de jugadores", indicó Zerpa.
"Por ejemplo, Pujols dijo que el equipo no lo quiso asegurar, él estaba dispuesto a cubrir (pagar) su propio seguro, pero le negaron el permiso", agregó.
Para algunos, los organizadores del Clásico no han tomado al toro por los cuernos y simplemente dejan que los clubes de Grandes Ligas hagan lo que les plazca.
"El comisionado le mandó a los equipos un memo hace dos semanas donde les dijo que era importante desarrollar el juego a nivel internacional y que necesitaban que los peloteros importantes jugaran, que no les pusieran trabas, y que había la posibilidad de acciones disciplinarias si los equipos no cooperan", dijo Lou Meléndez, gerente general del equipo de Puerto Rico.
"No sé todavía de alguna acción disciplinaria que se haya tomado", añadió.
Otros apuntan a que la fecha del torneo, en medio de los campos de entrenamiento y cuando muchos jugadores todavía están rebajando los kilos de más que acumularon en las vacaciones, no es la mejor.
Sea cual sea el motivo, lo cierto es que las ausencias, junto con una sensación de desorganización, amenazan con empañar un torneo que arrancó hace tres años con gran ilusión.
"En el Clásico hay una confusión total, no existen reglas claras en este torneo, todos parecen hacer lo que les viene en gana", indicó Zerpa.
Mansur opinó que el cambio tiene que surgir desde la base, ya que la organización está a cargo de la liga de un país --Estados Unidos-- en lugar de una federación internacional, como es el caso del mundial de fútbol y la FIFA.
"Si quieren que el Clásico crezca para pensar en un torneo de mucha importancia hay que hacer cambios desde la organización, porque si siempre va a depender de Grandes Ligas, es mejor que no lo hagan", señaló el mexicano.
"Si ves en el fútbol, la FIFA tiene más representatividad de países, no busca sólo el beneficio de uno solo. FIFA pone fechas para sus eliminatorias y torneos y todos los jugadores, así sean estrellas del Real Madrid, tienen que ir a jugar por sus países. Y todos los jugadores, los de Ghana, los de Guatemala...todos juegan por su país en esas fechas. Aquí las decisiones las toma Estados Unidos".
El Clásico Mundial fue concebido por las Grandes Ligas como la oportunidad de ver a las máximas estrellas del béisbol en el uniforme de sus respectivos países. Una especie de mundial de fútbol, lo mejor de lo mejor compitiendo por la supremacía global.
Pero al paso que marchan los preparativos para su segunda edición, parece que los aficionados y organizadores tendrán que conformarse con las sobras.
Un día reciente, la página oficial del Clásico era la muestra perfecta del síndrome que ahoga al campeonato: siete de los nueve titulares en el portal aludían a jugadores que se ausentarán del torneo o que pensaban hacerlo.
Para muestra un botón: el jardinero derecho titular de República Dominicana será Nelson Cruz. ¿No lo conoce? No se preocupe, no es el único. El patrullero de 28 años suma apenas 176 partidos en cuatro temporadas en las mayores, en las que tiene promedio de .251 con 22 jonrones y 82 remolcadas.
No son precisamente cifras para el Salón de la Fama, a donde quizás llegue algún día el jardinero derecho dominicano Vladimir Guerrero, quien sencillamente prefirió no participar del campeonato.
Entre los que no estarán presentes destacan el venezolano Santana, para muchos el mejor pitcher de las mayores; el dominicano Pujols, jugador más valioso de la Liga Nacional, y sus compatriotas Manny Ramírez, Guerrero y Liriano; los puertorriqueños Joel Piñeiro y Jorge Posada; el panameño Mariano Rivera; y el mexicano Yovani Gallardo.
Estados Unidos no está exento del virus de las ausencias, y jugadores de la talla de Derrek Lee y Scott Kazmir ya le bajaron el pulgar a la selección de su país.
"En esta edición se han arreglado muchas cosas que no funcionaron en el anterior, pero hay demasiadas noticias negativas de peloteros que no van a jugar", comentó Roberto Mansur, directivo de la selección mexicana.
La última moda es negarle el seguro, o cobrar una suma excesiva, a cualquier pelotero que haya sido operado o que haya estado lesionado recientemente.
Esa es la situación de Santana y Pujols, ambos intervenidos quirúrgicamente durante las vacaciones.
Irónicamente, Pujols podría enfrentar a la selección dominicana en un partido de fogueo contra los Cardenales de San Luis a principios de marzo.
"Hasta ahora la excusa ha sido que el seguro le está cobrando 'x' más de lo previsto, por ejemplo en el caso de Johan Santana hablan que es más de un millón de dólares. Nos parece que ese es un récord mundial porque si hablamos de los demás jugadores, el seguro no va más allá de los 10.000 ó 12.000 dólares", expresó Edwin Zerpa, presidente de la federación venezolana de béisbol.
"Estas cosas a nosotros nos preocupan mucho", agregó.
Lo cierto es que algunos jugadores simplemente no quieren jugar porque prefieren quedarse con sus respectivos clubes en los campos de entrenamiento, especialmente aquellos que no tienen un puesto asegurado en el roster.
Un ejemplo es el catcher Ronny Paulino, que se perfilaba como titular por República Dominicana y decidió permanecer en los campos de los Filis para disputar el puesto con el panameño Carlos Ruiz.
Ahora, Dominicana posiblemente tendrá que apelar a Alberto Castillo, un veterano de 39 años que fue su receptor en el Clásico anterior y que ni siquiera jugó en las mayores la temporada pasada.
"Nosotros estamos buscando que los jugadores digan la verdad, que digan si son ellos los que no quieren participar, si es el club, si es la asociación de jugadores", indicó Zerpa.
"Por ejemplo, Pujols dijo que el equipo no lo quiso asegurar, él estaba dispuesto a cubrir (pagar) su propio seguro, pero le negaron el permiso", agregó.
Para algunos, los organizadores del Clásico no han tomado al toro por los cuernos y simplemente dejan que los clubes de Grandes Ligas hagan lo que les plazca.
"El comisionado le mandó a los equipos un memo hace dos semanas donde les dijo que era importante desarrollar el juego a nivel internacional y que necesitaban que los peloteros importantes jugaran, que no les pusieran trabas, y que había la posibilidad de acciones disciplinarias si los equipos no cooperan", dijo Lou Meléndez, gerente general del equipo de Puerto Rico.
"No sé todavía de alguna acción disciplinaria que se haya tomado", añadió.
Otros apuntan a que la fecha del torneo, en medio de los campos de entrenamiento y cuando muchos jugadores todavía están rebajando los kilos de más que acumularon en las vacaciones, no es la mejor.
Sea cual sea el motivo, lo cierto es que las ausencias, junto con una sensación de desorganización, amenazan con empañar un torneo que arrancó hace tres años con gran ilusión.
"En el Clásico hay una confusión total, no existen reglas claras en este torneo, todos parecen hacer lo que les viene en gana", indicó Zerpa.
Mansur opinó que el cambio tiene que surgir desde la base, ya que la organización está a cargo de la liga de un país --Estados Unidos-- en lugar de una federación internacional, como es el caso del mundial de fútbol y la FIFA.
"Si quieren que el Clásico crezca para pensar en un torneo de mucha importancia hay que hacer cambios desde la organización, porque si siempre va a depender de Grandes Ligas, es mejor que no lo hagan", señaló el mexicano.
"Si ves en el fútbol, la FIFA tiene más representatividad de países, no busca sólo el beneficio de uno solo. FIFA pone fechas para sus eliminatorias y torneos y todos los jugadores, así sean estrellas del Real Madrid, tienen que ir a jugar por sus países. Y todos los jugadores, los de Ghana, los de Guatemala...todos juegan por su país en esas fechas. Aquí las decisiones las toma Estados Unidos".
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