TAMPA -- ¿Creen en los milagros?
La jugada más larga en la historia de los Super Bowls --una devolución de intercepción de 100 yardas para touchdown, por el apoyador de Pittsburgh James Harrison-- quedó ensombrecida por una alocada segunda mitad, de lo que tal vez haya sido el Super Bowl más emocionante de todos los tiempos.
Justo cuando parecía que los Arizona Cardinals habían conseguido el regreso más insólito en la historia del gran juego --anotando 16 puntos sin contestación en el cuarto periodo--, los Steelers respondieron con una serie monstruosa e imparable. El pase de anotación de 7 yardas de Ben Roethlisberger para Santonio Holmes, con 35 segundos por jugar, dejó a Pittsburgh arriba con un triunfo por 27-23 sobre los Cardinals, este domingo por la noche en Raymond James Stadium.
Cuando LaMarr Woodley, apoyador de los Steelers, derribó el balón de la mano del mariscal de campo de Arizona, Kurt Warner, y Brett Keisel recuperó el ovoide con 7 segundos por jugar, todo quedó definido.
De principio a fin, este fue mejor que la alocada victoria de los Giants sobre los invictos New England Patriots.
Y así, los Steelers se distanciaron de algunas de las mejores franquicias en la historia de la liga. Pittsburgh ganó su sexto Super Bowl, uno más que Dallas y San Francisco, y lució impresionante en todas las facetas.
La defensiva contuvo por gran parte del juego a los potentes Cardinals, que habían promediado 32 puntos en tres partidos previos de playoffs. Roethlisberger fue eficiente como siempre, y disipó cualquier miedo que había de una repetición de su nerviosa actuación del Super Bowl XL.
Los Steelers han ganado ahora dos Super Bowls en cuatro campañas, dejándolos como la dinastía del momento en la NFL.
El jugador más destacado de los Steelers fue Holmes, quien atrapó nueve pases para 131 yardas, consiguió la atrapada de touchdown del triunfo, y fue nombrado JMV del partido.
La jugada más larga en la historia de los Super Bowls --una devolución de intercepción de 100 yardas para touchdown, por el apoyador de Pittsburgh James Harrison-- quedó ensombrecida por una alocada segunda mitad, de lo que tal vez haya sido el Super Bowl más emocionante de todos los tiempos.
Justo cuando parecía que los Arizona Cardinals habían conseguido el regreso más insólito en la historia del gran juego --anotando 16 puntos sin contestación en el cuarto periodo--, los Steelers respondieron con una serie monstruosa e imparable. El pase de anotación de 7 yardas de Ben Roethlisberger para Santonio Holmes, con 35 segundos por jugar, dejó a Pittsburgh arriba con un triunfo por 27-23 sobre los Cardinals, este domingo por la noche en Raymond James Stadium.
Cuando LaMarr Woodley, apoyador de los Steelers, derribó el balón de la mano del mariscal de campo de Arizona, Kurt Warner, y Brett Keisel recuperó el ovoide con 7 segundos por jugar, todo quedó definido.
De principio a fin, este fue mejor que la alocada victoria de los Giants sobre los invictos New England Patriots.
Y así, los Steelers se distanciaron de algunas de las mejores franquicias en la historia de la liga. Pittsburgh ganó su sexto Super Bowl, uno más que Dallas y San Francisco, y lució impresionante en todas las facetas.
La defensiva contuvo por gran parte del juego a los potentes Cardinals, que habían promediado 32 puntos en tres partidos previos de playoffs. Roethlisberger fue eficiente como siempre, y disipó cualquier miedo que había de una repetición de su nerviosa actuación del Super Bowl XL.
Los Steelers han ganado ahora dos Super Bowls en cuatro campañas, dejándolos como la dinastía del momento en la NFL.
El jugador más destacado de los Steelers fue Holmes, quien atrapó nueve pases para 131 yardas, consiguió la atrapada de touchdown del triunfo, y fue nombrado JMV del partido.
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